Infoxificación, ¿habíais escuchado antes este vocablo? Para aquellos que no y aunque su significado no lo recoge el Diccionario de la Real Academia Española, cada vez es más común situarlo en el contexto de la gestión de la información. Esta idea de infoxificación proviene de la fusión entre la palabra “información” e “intoxicación” y se refiere al exceso de información provocada por la profusión de contenidos en Internet.

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Esta sobrecarga de información incluso puede llegar a generar angustia en el usuario, producida ante la cantidad de información a la que tenemos acceso y la falta de tiempo y capacidad para poder procesarla. Un problema con difícil remedio dado que dicha información se multiplica más rápido que nuestra capacidad para controlarla y asimilarla. “Todo este fenómeno de multiplicación de la cantidad de información que existe en el mundo se ha venido a llamar la ‘explosión de la información’, aunque más bien debería llamarse la ‘explosión de la desinformación’, indigerible y confundidora”.

En cuanto a ese exceso de información, habría que determinar si efectivamente tenemos una sobrecarga o somos nosotros los que no somos capaces de manejar toda la información que nos llega.  Pero lo que es cierto es, que actualmente vivimos en una sociedad que está generando una cantidad de información como nunca antes había generado: Redes sociales, whatsapps, televisión, radio, prensa,…

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Por lo tanto, la idea a la que nos vamos a tener que acostumbrar es a gestionar la información, como parte cada vez más importante de nuestro trabajo. Necesitamos métodos y herramientas para gestionar la información, para hacer nuestra vida diaria mucho más cómoda, mucho más fácil de llevar. Entonces, en esta línea tenemos que hacer una pequeña reflexión de cómo nos informamos, es decir, de cuál es el procedimiento que normalmente utilizamos para informarnos.

Por último añadir que, para combatir esta infoxificación de la que hemos hablado, lo primero que deberíamos hacer es crear un filtro propio que nos ayude a distinguir entre la información que nos interesa, la que quizás nos pueda servir y la que ni nos interesa ni nos sirve. De tal manera estaremos reduciendo nuestro campo de información, exponiéndonos únicamente a esa información relevante, que nos interesa.

Y tu, ¿padeces infoxificación? 😛